Lo que está hecho, hecho está, ya te lo hicieran a ti o lo hicieras tú, y no puedes cambiarlo.
Sin embargo, lo que no está hecho, sin hacer queda.
Y ahí es donde residen la esperanza y el riesgo.
Créete capaz de elegir tu camino. O no te lo creas. En cualquier caso, tendrás razón.
Cada guerra es distinta, aunque todas las batallas son iguales. El enemigo no es más que una distracción. Porque siempre, siempre, luchas contra ti.