Hermosa lectura, muy corta desafortunadamente. El autor describe tantas ideas y profundas emociones que todos o al menos yo damos por sentado y no las volvemos a tocar. Me hizo recordar a mis últimos compañeros y amigos caninos con quienes goce de maravillosas vivencias. Muy recomendable.
Es un libro lleno de curvas. Pasa de un tramo a otro en tristeza y dulce asombro. Es difícil hablar de la muerte por lo que el tiempo más propicio es cuando no se asoma. En este libro, ejercicio poético y filosófico, el amor a la vida y a los animales es el sustento lingüístico que expresa el amor.