Este libro muestra un punto ciego de Luhmann: el concepto de lo humano tras su sociología sistémica, pero a la vez hace evidente la compatibilidad entre la contingencia del mundo social descrita por él y la apertura al mundo de un ser humano descentrado propuesta por la antropología filosófica. Este libro ofrece además una forma metodológica novedosa de entender teórica, histórica y filológicamente las relaciones entre sociología y filosofía: la técnica de la afinidad electiva —una forma que debe ser de interés para quienes piensen que la filosofía tiene algo o mucho que decir a la sociología y para todo el que asuma que la sociología es más que recolección de datos y descripción de hechos.