Esa fue tu equivocación. Ese fue tu error. El error que cometen todas las mujeres. ¿Por qué vosotras las mujeres no nos podréis amar por entero, con nuestros defectos incluso? ¿Por qué nos colocáis sobre monstruosos pedestales? Todos tenemos los pies de barro, lo mismo las mujeres que los hombres; pero cuando nosotros, los hombres, os amamos, lo hacemos conociendo vuestras debilidades, vuestras locuras y vuestras imperfecciones. Os amamos más aún quizá por esa misma razón. No son los seres perfectos, sino los seres imperfectos, los que necesitan amor