Estos relatos, sus historias, sus personajes, se entretejen con algunos hilos de fantasía y muchos de magia; son cuentos simples, a veces poéticos, que hablan de cosas de la vida, del futuro, de tiempos que fueron o que nunca serán, para invitarnos a viajar. Sí: desde la esquina por donde asoma el final de la infancia, la brisa puede llevarnos, livianos, habitantes también nosotros de un mundo siempre posible.