Irrumpe un desfile de carteles no demasiado celebrables a la manera de textos de esos botones que han infestado suéteres y sacos a nombre de la singular rebelde originalidad de las mayorías, so pretexto de la adquisición industrial del sentido del humor: “Jesucristo usaba el pelo largo”, “Ir juntos es magnífico. Venirse juntos es divino”, “Nixon en Rosemary’s Baby”, “Semen retentum venenum est”, “El PRI toma LSD”. Se genera una innovación:
“RECUERDE EL 2 DE OCTUBRE”