Ellas no me son en un ápice inferiores,
Ellas tienen el rostro curtido por el resplandor de los soles el soplo de los vientos,
Ellas tienen las carnes con la vieja divina flexibilidad y su pujanza,
Ellas saben cómo nadar, remar, cabalgar, luchar, cazar, correr, golpear, retroceder, avanzar, resistir y defenderse
ellas mismas,
Ellas son fundamentales en su propio derecho, ellas permanecen serenas, lúcidas, en pleno dominio de ellas
mismas.