Day! ¡Espera!
Se gira y, antes de que pueda decirle nada, da un paso hacia delante, envuelve mi rostro entre sus manos y me besa por última vez. Me abruman el calor, la vida, el amor, el dolor y la tristeza que desprende. Le rodeo el cuello con los brazos y él me estrecha la cintura. Mis labios buscan los suyos y me besa con desesperación, devorándome, bebiéndose hasta mi último aliento.