Hitler intentó tomar el poder mediante un golpe de Estado fallido, por el que fue condenado a cinco años de prisión. Durante su estancia en la cárcel, redactó la primera parte de su libro Mi lucha (en alemán, Mein Kampf), en la que expone su ideología junto con elementos autobiográficos. Liberado ocho meses después, en 1924, Hitler obtuvo creciente apoyo popular mediante la exaltación del antisemitismo, sirviéndose de su oratoria, apoyado por la propaganda nazi y las concentraciones de masas.