Puedes caer, puedes caer desde el último peldaño. Hasta que te ilumines, te puedes volver atrás, puedes regresar: puedes negar, puedes traicionar, puedes rechazar. Puedes caer de nuevo en la desgracia; te puedes caer hasta desde el último peldaño. Hasta que y a no ser que hayas subido toda la escalera, hasta el último peldaño, hasta que y a no ser que seas simplemente un don nadie, puedes caer hacia atrás. Un ligero ego, un simple temblor del ego es suficiente para llevarte de regreso. Se puede condensar de nuevo, se puede integrar de nuevo, se puede convertir de nuevo en una nueva manía.