En Lo que arraiga en el hueso, Robertson Davies nos sumerge en la fascinante historia de Francis Cornish, un acaudalado y misterioso mecenas y coleccionista de arte canadiense que acaba de morir. Desde las azarosas circunstancias que propician el matrimonio de sus padres pasando por su heterodoxa formación artística —iniciada en el taller de un embalsamador— o su iniciación amorosa, la novela va recorriendo las distintas etapas de su vida y dando cuenta del desarrollo de su carácter. Es así como se descubre el origen de su fabulosa fortuna y se desvela su pasado como restaurador de pintura y falsificador, habilidades que durante la segunda guerra mundial le llevarían a formar parte del espionaje británico y a participar en una trama de venta de obras de arte falsas a los nazis. Robertson Davies crea en esta novela un ingenioso relato sobre las razones, pasiones e intrigas que mueven el mundo del arte. Esta segunda parte de la Trilogía de Cornish, que por su trama se lee como un relato independiente, supone una sabia indagación sobre el secreto último que hay detrás de toda existencia y sobre cómo se forja el carácter de un hombre.