Esta obra analiza la presencia del cacao originado en las costas del Guayas (Ecuador) conocido en el mercado mundial como cacao guayaquil. El estudio se centra en el intercambio comercial con Nueva España y los vericuetos de la prohibición comercial entre colonias. Muestra, por una parte, el carácter imperialista de la corona que gobernó sus posesiones del Nuevo Mundo como colonias más que como reinos en el aspecto económico, aunque una de las primeras cosas que el tráfico del cacao puso en evidencia es que la prohibición de la Corona del siglo XVII no detuvo la exportación de cacao, aunque sí frenó el crecimiento de Guayaquil. Por otra parte, la investigación establece el tráfico naviero, los montos de las cargas de cacao que arribaron a Acapulco y las manifestaciones de los precios en el mercado de la ciudad de México y trata de demostrar que la oferta creciente de cacao guayaquil, ayudó a mantener los precios estables en un contexto general de crecimiento de los precios en la segunda parte del siglo XVIII.