Irlanda, años cincuenta. La misma niebla densa y desconcertante que cubre Dublín en lo más crudo del invierno parece haber ocultado el rastro de la joven April Latimer. Cuando Phoebe Griffin se ve incapaz de recabar noticia alguna sobre su amiga, Quirke responde a su petición de ayuda y muy pronto los dos, junto con el inspector Hackett, empiezan a darse cuenta de que quizá haya algo más de lo que se imaginaron tras la rebeldía y el secretismo de la joven. Mientras Quirke batalla con los fantasmas que le empujan a beber de nuevo y ve su sobriedad distraída por la joven y bella actriz Isabel Galloway, Phoebe observa con impotencia cómo la familia de April silencia su desaparición ante el terror a un escándalo; y todas las pistas posibles parecen no conducir a nada…