Empiezo el cuento. Es sobre unos niños que flotan en el océano, lejos de la tierra. Y hay tiburones, muchos tiburones. Pero los niños encuentran pedazos de madera flotando cerca. Así que se unen y con los pedazos más grandes que encuentran golpean a los tiburones en la cabeza hasta que dejan de rodearlos. Después unen todos sus pedazos de madera y los atan con cuerdas para construir una enorme balsa. En ella hay un espacio donde pueden cocinar su comida, escaleras que suben a una habitación para dormir y hasta una genial vista del amanecer.