En junio de ese mismo año, el secretario de Estado, George Marshall, anunció un plan para la reconstrucción de Europa con el argumento de que las amenazas más grandes eran el hambre, la pobreza y la desesperación que podrían llevar al voto a favor de los partidos comunistas. Sin embargo, los países latinoamericanos fracasaron en buscar que la generosidad estadunidense se extendiera al continente americano.
En la visión de Truman y Marshall, los beneficios materiales que traería la recuperación económica europea le darían la iniciativa