Tengo la impresión de que hoy en día la memoria tiene mucha menos seguridad en sí misma y que tiene que luchar continuamente contra la amnesia y contra el olvido. Esa capa, ese bloque de olvido que lo cubre todo, impide que consigamos captar cuanto no sean fragmentos del pasado, rastros que se interrumpen, destinos humanos escurridizos y casi inaprensibles.