María Zambrano (1904–1991) sigue ofreciendonos fuentes de reflexión apremiantes. Escrita durante buena parte del siglo XX, su obra da cuenta de un proyecto irrenunciable: sumirse en el vacío, asimilarlo, acogerlo, y después, si es posible, hablar desde él. Los mitos clásicos desempeñan un papel determinante en este juego poético-reflexivo. Aparecen a lo largo de toda su trayectoria y se declaran indispensable para la época moderna.