RETORNO
De fatigoso viaje
vuelves, alma,
estás cansada.
Fuiste tan dócil
al correr de los vientos,
tan atenta
a extrañas llamadas.
Pero de pronto,
alma fugitiva,
como paloma herida
detuviste el vuelo.
Has vuelto a tu morada:
No se ha roto el círculo
de soledad ardiente
donde tu vida respiraba.
Descansa.
Acaso un nuevo vuelo
se prepara
hacia los horizontes claros
que soñaron tus alas.