Una bebedora de sangre, esqueletos que se sientan a comer o que se comportan como médicos, supersticiones locales, fantasmas, misterios, hechizos, árboles asesinos, sonidos que hipnotizan, ojos que comen carne.
A fines del siglo XIX Brasil ya era independiente pero seguía siendo una monarquía, aspiraba a ser una nación blanca aunque se basaba en la esclavitud para sostener su economía. Las contradicciones de la época dieron a luz una literatura extraña, fantástica, horrorosa, que enfrenta los límites de lo real o lo racional no solo con ironía, sino con pesadillas y sangre.
Machado de Assis, João do Rio, Júlia Lopes de Almeida, Humberto de Campos y Monteiro Lobato son los autores y la autora que reúne esta antología de literatura oscura, poco frecuente en ese tiempo y esas latitudes, pero que compone una atrapante –o devoradora— colección.