Undine es la hija de la familia Spragg, que no logra encontrar su camino en la ascensión social en el intrincado y enmarañado sistema de jerarquías neoyorquino. Pese a haber hecho fortuna en su pequeño pueblo del medio Oeste y estar lejos de ser una familia pobre, Undine, una mujer extremadamente bella, se siente apenas un trozo de carne ante la mirada de los hombres con los que se encuentra.
Divorciada además de su primer matrimonio, decide casarse con Ralph Marvell, una decisión que tampoco resultó ser muy acertada, y así los conflictos matrimoniales no tardan en aparecer.
El conflicto interno de Undine, sin embargo, es que no quiere renunciar al status y el dinero que su matrimonio le proporciona, al mismo tiempo que tampoco quiere renunciar al amor, y a lo largo de las páginas de esta novela nos encontraremos con la cuestión de cómo separar la vida privada de la vida pública, e incluso de si se puede vivir la vida privada bajo los mismos parámetros y expectativas que una carrera social.
«Pese a que tenía todo lo que quería, a veces aún sentía que había otras cosas que podría desear si supiese de su existencia».
Después de dar a luz a su primer hijo, Undine se encuentra en Paris con un amor que esta vez no puede dejar pasar de largo…
Como suele ocurrir con las novelas de Edith Warton, la crítica social, las jerarquías sociales y el papel de la mujer en la sociedad norteamericana de principios del siglo XX son los verdaderos protagonistas, demostrando aquí una vez más por qué su autora es una maestra en la profundidad del retrato de los personajes femeninos.
La directora Sofia Coppola se encuentra en el año 2020 trabajando en el rodaje de una adaptación de esta novela al formato de miniserie para tv en la que los espectadores podrán seguir los acontecimiento de la vida de Undine y su familia.
Edith Wharton (1862–1937) fue una escritora, paisajista y diseñadora estadounidense. Nacida en el seno de la clase alta norteamericana, su obra más conocida es La edad de la inocencia publicada en 1920 y ganadora del premio Pulitzer en 1921. En 1923 fue la primera mujer nombrada Doctor honoris causa por la Universidad de Yale.