Pero un hombre, y yo más, no se puede decir en rigor que forme parte exactamente de las características habituales de un camino. Quiero decir que si por alguna casualidad extraordinaria vuelve a pasar algún día por ahí, tras un largo período de tiempo, vencido, o en busca de algo que se le haya perdido, o para quemar algo, lo que buscará con los ojos es la roca y no el azar de esta cosa movediza y fugitiva que