Giuseppe Verdi y Charles Gounod, dos grandes compositores de ópera, tuvieron una relación personal muy limitada, a pesar de ser contemporáneos. El primero dijo de Gounod: “Es un gran músico, pero no tiene ninguna sustancia dramática”, mientras que el segundo comentó de Verdi: “No es solo un compositor ilustre, sino un hábil hombre de negocios”. Verdi, criado en Italia en un ambiente humilde, tuvo una larga y saludable vida, llena de triunfos por sus numerosas obras —entre ellas La Traviata y Aída—. A su vez, Gounod, formado en el opulento medio musical parisino de la época, tuvo una vida turbulenta sufriendo un padecimiento mental crónico; hoy es recordado por el Ave María y dos espléndidas óperas: Fausto y Los pescadores de perlas.