Gogol creó algunas de las pesadillas más intensas y perfectas de la literatura, de las cuales, acaso las mejores, el lector tenga entre sus manos en este preciso momento. El mundo descrito en estos relatos es la vida de San Petersburgo, una urbe fantasmal rodeada de soledad, surgida de la nada como un espejismo. Cada uno de estos relatos nos habla de un universo al mismo tiempo primitivo y moderno, y nos hace entender que la locura es el fundamento de la creación literaria.