los once años sabías cortar leña, encender un fuego en la estufa, ordeñar a la vaca, colar la leche en botellas y hacer mantequilla con la nata que sobraba. Sabías vestir a tus hermanos pequeños para ir al colegio. Digo yo que también podías decirle a un hombre que te dejara en paz, si eso era lo que querías.