Todos tenemos un precio. Y el poeta-detective Bayardo Arizpe no escapa a tal condición. Algunos se venden por dinero; otros, por poder; los menos, por amor. Lo que distingue al personaje de esta novela es el descubrimiento de otros motivos personales que habrán de confrontarlo con sus camaradas de lucha, pero, sobre todo, consigo mismo.
En Los motivos de Bayardo, Ramos reconstruye los retorcidos vericuetos del universo literario mexicano sobre los andamios de una ágil trama policiaca. Mediante una prosa veloz, divertida y plena de ironía, el autor revela los clásicos juegos fatuos llevados
a cabo entre el Estado mexicano y los habitantes más conspicuos de ese concepto denominado intelectualidad.
Al igual que en De puño y letra, los personajes recorren nuevamente los oscuros rincones del “mundillo editorial y literario”,
mismos que adquieren una inesperada vitalidad ante los acontecimientos que sacuden al mundo cultural y permiten al lector
bautizar con nombre y apellidos reales a los entes ficticios que deambulan por el centro y periferia de la república de las letras.
Lo que el hombre pone en venta y aquello que acepta como pago plantea la ecuación que despeja la incógnita de la condición
humana. Oscar Wilde hubiera dicho que todo hombre está dispuesto a vender lo que ama, cuando el comprador ofrece el precio adecuado.