Sin una buena planificación financiera y comercial, diversificación de ingresos, planes de conciliación, compensación y meritocracia, la estructura de tu empresa puede debilitarse por falta de recursos. Entonces llega el endeudamiento excesivo, una plantilla sobredimensionada, la excesiva concentración de ingresos, escaso liderazgo o falta de medidas de conciliación.
Como líder, no puedes perder la capacidad de olfatear el ambiente del equipo, el clima laboral, la tendencia del mercado… Sin ese olfato empresarial serás incapaz de percibir en los detalles la información que te alerta de los riesgos y oportunidades