En el mundo de Fernando Sorrentino tendremos que acostumbramos a convivir con un amplio y sorprendente abanico de anomalías. O, tal vez, de situaciones que no son las razonablemente esperables en nuestra vida habitual.
Las hay zoológicas: turistas que se convierten en aves, cucarachas que anhelan ser rinocerontes, cocodrilos danzarines, corderos vengativos, escorpiones susceptibles…
Las hay referidas a las así llamadas extravagancias (que tal vez sean “regularidades”) de la conducta humana: el acostumbramiento a un castigo incomprensible, el miedo a lo inofensivo, la obcecación en el error, la represalia contra una persona desconocida…
Y están asimismo los enigmas irresueltos: el poder de la sugestión, la superstición que se vuelve verdad, el misterioso contenido de una caja de cartón, la muchacha que, por su pasión hacia la literatura, continúa, más allá de alguna adversidad, enriqueciendo su biblioteca particular con nuevos libros…
Estas historias suelen entrelazar de manera sutil, y casi subrepticia, la realidad con la fantasía, de manera que no siempre es posible determinar dónde termina la primera y empieza la segunda. Suelen partir de momentos muy “normales” y “cotidianos”; sin embargo, esta prosa, siempre fluida y amigable, paulatinamente va “enrareciendo” tales hechos y convirtiéndolos en insólitos o turbadores.
Un libro para leer y gustar; unas historias para releer y recordar.