Aunque continúen siendo el principal desafío de la psiquiatría, y no digamos de la psicoterapia, hace tiempo que las psicosis han dejado de estar de moda, o, al menos, de ocupar la posición emblemática que ostentaron desde los inicios de la era psiquiátrica moderna.
Un contrasentido semejante, que ni merece ser calificado de paradoja, sólo es posible por la frivolidad mercantilista que preside la aparición y desaparición de “productos de gran actualidad” en un terreno como la salud mental que, por definición, debiera estar a salvo de tales fluctuaciones. Parece que los mercados, tanto el de los psicofármacos como el de las servidumbres mediáticas que inevitablemente los acompañan, necesiten una periódica renovación de las entidades psicopatológicas que dan de qué hablar.
La clasificación de los trastornos mentales y sus supuestas raíces biológicas han sido dos bestias negras de la epistemología sistémica que, referidas a las psicosis, se convierten en sendos problemas insoslayables.
Por otro lado, afortunadamente, los avances en las neurociencias han acabado por desactivar la vieja polémica entre geneticistas y ambientalistas. Este libro pretende aportar unos elementos de reflexión sobre las psicosis, que parten de la evidencia clínica de su compleja realidad. Juan Luis Linares nos lo escribe desde una posición integradora, aunque su condición de psicoterapeutas le conduce a «ocuparse de la relación». Y, por cierto, a sacarle el máximo partido a lo que ello comporta, tratándose de los complejos y fascinantes procesos relacionales del universo psicótico.