La tesis sobre la que se desarrollan los argumentos desplegados a lo largo de este texto es que la expansión del campo cultural llevada a cabo por la revolución bolivariana para ampliar el número de beneficiarios de la acción del Estado petrolero −es decir, el movimiento que lucha contra los efectos de una modernización excluyente desde arriba, con sus propias formas y experimentos de modernización desde abajo− no se traduce en un verdadero proceso de democratización, sino mucho más en la imposición de nuevas relaciones de subordinación, manifiestas en la ampliación y sofisticación del dispositivo para el control y disciplinamiento de la cultura y la comunicación.
«Sin duda esta será una obra necesaria para toda bibliografía futura que trate de auscultar las neuronas de los venezolanos de esta era (…), los años más difíciles de nuestras vidas».
Fernando Rodríguez