La pandemia de Covid-19 exacerbó la crisis capitalista mundial derivada, en parte, del agotamiento de los dispositivos de la tercera revolución industrial que se desplegó en la década de los setenta del siglo pasado. La revolución 4.0 en curso, que gravita en torno a la inteligencia artificial, el big data, los algoritmos, la impresión en 3d, el internet de las cosas y las plataformas digitales, entre otras, constituye una estrategia global del capital y del Estado encaminada a reestructurar el sistema y estimular su recuperación. Desde el locus de la teoría de la dependencia, el autor expone la hipótesis relativa a que se está fraguando una nueva división internacional del trabajo desencadenante de intensas metamorfosis y mutaciones en la sociedad global y en el mundo del trabajo.