Que pase algo pronto

El problema, más bien, es que mis ojos tienen la tendencia a escaparse cuando les devuelven la mirada, y hacen esa cosa loca que es posarse justo encima de una ceja u al costado, en una sien.

La lentitud es una afrenta para el sistema nervioso del capital.
Vivian Abenshushan

El problema, más bien, es que mis ojos tienen la tendencia a escaparse cuando les devuelven la mirada, y hacen esa cosa loca que es posarse justo encima de una ceja u al costado, en una sien. Ojo con ojo nunca. No es timidez, porque de hecho todo estuvo bien, fue uno de esos encuentros amables en los que la conversación fluye sin esfuerzos ni tropiezos, sino una maña estúpida y mía en la que siento que si me miran demasiado y sostenidamente me van a chupar el alma o van a ver algo que no quiero.

Una vez una tía mía en una discusión familiar dijo: «Yo grito todo lo que quiero, para eso está mi casa, carajo». Creo que el «para eso» fue un faro: la casa como el lugar del que una se hace para poder gritar. Igual, no tengo recuerdos de haber gritado nunca acá. No en serio. No con desesperación, desborde o enojo. Pero tal vez un grito sea muchas cosas.

No sé de qué se trata lo que hago, pero son planos de lo mismo y sobre lo mismo. Sobre el cambio en la permanencia y viceversa. Algo así.

realidad es una cosa lejana que se acerca con infinita lentitud al que tiene paciencia.
R. M. Rilke
La lentitud es una afrenta para el sistema nervioso del capital.
Vivian Abenshushan

¿Agradecida con qué?, ¿con que me paguen?, ¿agradecida con que me paguen una guita que solo me la dan porque después van a ganar mucho más? ¿Estar contenta sabiendo que es al costo de que un montón de personas que están por debajo de mí ganen un cuarto de lo que yo gano?

Estás hecha de un material concreto, dice. Lo que pasa es que no es ni yeso ni cemento. Sos de carne y hueso.

Entonces me pregunté, y todavía me pregunto, cómo hacer para que llueva todo el tiempo

Si esas cosas se vendieran, ¿cuánto tiempo compraría ese dinero?