doce relatos de terror protagonizados en su mayoría por mujeres jóvenes o niñas reflejan una profunda insatisfacción con la realidad que habitan, historias pobladas por recuerdos y son narradas desde voces que evocan infancias rotas, quebrantadas por distintos tipos de violencia, un caleidoscopio de miradas sobre sucesos sobrenaturales que forman parte de mundos similares al nuestro.