Llegado el año 61, y como miembro del palacio de Julio César, la formación como gladiador de Marco (que se supone hijo de Espartaco) continúa en la ciudad de Roma, donde se le instruye en el uso de la daga, el puñal, las estacas y las manos desnudas para convertirse algún día en parte de la guardia personal de su nuevo amo…
Pero las calles están plagadas de salvajes enfrentamientos entre bandas y César tiene que emplear a su propio cabecilla, que descubre una conspiración para asesinarlo.
Sólo Marco, completamente desconocido en la ciudad, puede infiltrarse entre las filas de sus rivales. Sin embargo, eso supone un terrible peligro del que nadie parece convencido que pueda salir airoso.
Si la banda rival lo descubre, el precio será fatal. La de Julio César no es la única vida que corre riesgo…