Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 – París 1918) no sólo es un gran poeta, un lírico esencial, sino que puede ser considerado con justicia el padre del espíritu moderno. El autor de libros tan indelebles como Alcoholes y Caligramas predice, ilumina y adelanta las mejores conquistas de la poesía (y del arte) de vanguardia en el siglo XX. Futurista de los primeros, inventor del término “surrealista”, primer defensor del cubismo, de Picasso y del Aduanero Rousseau, percibió la futura universalidad del cine. Y fue reconocido a su vez por grandes poetas: «Apollinaire, durante doce años, único poeta de Francia” (Blaise Cendrars), «El último poeta de Francia” (André Breton). Max Jacob afirmó que el suyo sería llamado, algún día, “el siglo de Apollinaire”.