Quienes esperen encontrar en estas páginas el antiperonismo por el que todos conocen a Iglesias no se sentirán defraudados. ¿Por qué deberían? Sin embargo, tendrán que lidiar con argumentos históricos y económicos que van mucho más allá de las encendidas controversias desde las bancas del Congreso o desde las columnas de prensa. A través de un estudio metódico de la historia económica argentina, de las series estadísticas sobre las variables macroeconómicas fundamentales, su cotejo con los ciclos de la historia política y el procesamiento de datos en forma de gráficos, tablas y diagramas, Fernando demuestra que los famosos «días más felices» del peronismo no fueron tales. O, mejor dicho, que fueron breves paréntesis de bonanza y distribución de recursos permitidos por condiciones artificialmente creadas e insostenibles. Tanto como para imponer ajustes radicales y dolorosos, ya sea a los propios gobiernos peronistas, ya sea a sus desafortunados sucesores.
El precio de esa “felicidad” fueron lágrimas y sangre, una cola de descapitalización y devaluación, gasto público improductivo y cambios atrasados. Y, sobre todo, de alta inflación, la verdadera fábrica de la pobreza.
El peronismo tiene más responsabilidades que nadie. Esa es la conclusión que se deduce de la evidencia empírica, tanto por las consecuencias directas de sus políticas como por la camisa de fuerza que su legado impone a los gobiernos no peronistas. Básicamente, ahí es donde se mide la hegemonía peronista en la historia argentina contemporánea. Este libro dará de qué hablar, es fácil preverlo, como todo lo que hace y dice Fernando Iglesias. Una gran virtud.
Del prólogo de Loris Zanatta