En esencia, el método científico de Newton consistía en dividir un todo en pedazos más pequeños. Si quieres entender algo, desmóntalo. Si todavía sigues sin entenderlo, divide de nuevo las piezas en trozos aún más pequeños. Y así hasta llegar a la mínima parte en que se pueda dividir la totalidad, a la pieza básica de Lego a partir de la cual se construye todo lo demás (la partícula elemental, el átomo, el componente más pequeño posible). A continuación, puedes estudiarlo. Si entiendes la pieza básica, entenderás el resto.
Cualquier cambio en la totalidad no se debe a que sus partículas elementales hayan mutado; estas son indiferentes a lo que ocurra en el conjunto del que son parte integrante. Cada variación tan solo denota que estas partículas se han organizado siguiendo un patrón distinto. Sus movimientos son controlados por las leyes naturales. Y el mundo tiene la lógica de un reloj.
Los economistas intentaron reproducir este ardid. Si quieres entender la economía, desmóntala. Divide todos los complejos procesos coordinados que son necesarios para que el filete esté expuesto en la carnicería cualquier día de la semana, esperando a ser comprado. Si aún sigues sin entenderlos, divídelos de nuevo en pedazos aún más pequeños. Tras todas estas operaciones divisorias, los economistas llegaron a la unidad mínima en que pensaban que el conjunto podía dividirse. Y lo llamaron «individuo».