Heidi originariamente estaba dividida en dos novelas: «Heidi» y «De nuevo Heidi», publicadas en 1880 y 1881. Pero a partir de 1885 se publica como un solo tomo. Y así ha pasado a las traducciones más clásicas. Es en parte autobiográfica. Heidi es una niña que, huérfana desde muy pequeña (y cuyo nombre verdadero es igual al de su madre, Adelaida), queda al cuidado de su joven tía Dete. Apenas la mujer encuentra una buena oportunidad de trabajo, lleva a la niña a vivir a la aldea de Dörffli con su abuelo, a quien no conocía, y a quien los habitantes llamaban «El Viejo de los Alpes», por ser casi un ermitaño. Heidi es cautivada por la vida en los Alpes, donde lleva un contacto directo con la naturaleza. Ahí conoce a Pedro, un chico que se encarga de pastorear a las cabras de los aldeanos, quien se convertirá en el mejor amigo de la pequeña y en su compañero de aventuras. Heidi vive feliz, pero alejada de la sociedad, pues su abuelo se niega a que acuda al colegio. La pequeña entabla sin embargo una gran amistad con la abuela y la madre de Pedro. Un año después de terminada la primera novela, apareció la segunda parte, De nuevo Heidi, que narraba las aventuras de la niña, alejada de las montañas por su tía, quien la había hecho contratar para hacer de damita de compañía de una niña inválida, Clara Sesemann. Clara forma parte de una de las familias más importantes de Franckfurt, y sufre una vida de encierro, únicamente acompañada de la servidumbre y de la Señorita Rottenmeier, su tutora, ya que tanto el padre como la abuela de Clara permanecen poco tiempo en la ciudad por motivos de negocios. El encierro y la rigidez en la educación terminan por deprimir a Heidi, pero crea fuertes lazos de amistad con Clara y su familia. El padre de Clara, consciente de la depresión de Heidi, decide enviarla de regreso a las montañas. Heidi cambiaría la vida de la familia de Clara. Poco tiempo después de la partida de su amiga, Clara es enviada a visitarla a los Alpes, donde sucederán cosas maravillosas.