Nacida del matrimonio entre Enrique IV de Castilla -sobre cuya impotencia circulaban amplios rumores en la corte- y de la frívola reina Juana -hermana del rey de Portugal-, la princesa Juana fue acusada por los adversarios de su padre de ser hija bastarda del favorito real, Beltrán de la Cueva. Bajo la presión del partido nobiliario contrario a que Juana reinara en Castilla, fue declarada princesa ilegítima, hasta que Enrique IV nombró a su hermana Isabel heredera al trono.
Basada en la más reciente investigación histórica, en Yo, Juana la Beltraneja, José Miguel Carrillo de Albornoz traza en primera persona la apasionante y oculta historia de una mujer traicionada. Una mujer víctima del poder monárquico y nobiliario de Castilla, de los excesos de la corte y que fue utilizada como arma política por los partidarios de los Reyes Católicos hasta fallecer en Portugal como una reina que no pudo sentarse en su propio trono.