En el verano de 1978, Edgar Tulio Valenzuela, («Tucho»), caminaba por Mar del Plata junto a su mujer María, embarazada, y su hijo Sebastián. Era una tarde cálida y ese grupo de familia parecía uno más entre los turistas. Miraban vidrieras y conversaban, aunque estaban especialmente atentos a cualquier movimiento anómalo y a la hora. Porque no estaban de vacaciones. Tucho era un oficial Montonero de alto rango, María militaba en la Organización. Ambos iban a citas políticas. Pero cuando cada uno de ellos llegó a los lugares acordados, no los esperaban compañeros sino sendas patotas del ejército. En cuestión de minutos, los secuestran y los trasladan a la Quinta de Funes, en Rosario. Allí encuentran a ex montoneros que colaboran con la dictadura, y al general Galtieri, futuro presidente argentino, responsable del lugar. Y una sorpresa aún mayor, propia de una novela de espionaje: Tucho deberá viajar a México a reunirse con la conducción de Montoneros, delatar donde se encuentran y ayudar a asesinarlos. Es el gran golpe imaginado por la dictadura. María permanecerá como rehén. Si él no cumple con su misión, la matarán, y seguramente se apropiarán de Sebastián y del fruto de su embarazo. Pero si cumple, María le advierte que no perdonará esa traición y que no volverá a verla.
Basada en la historia real de Edgar Tulio Valenzuela, esta conmovedora novela de Rafael Bielsa es una paradoja imposible donde se juegan la lealtad política y el fervor amoroso. Es el relato de una tragedia personal en ciernes: un hombre se enfrenta a dos opciones que habrán de dejarlo solo y de cara a su propio final. Decida lo que decidiere, un mundo habrá sucumbido. El de la política revolucionaria, la militancia y los sueños, el del amor imperioso, irrevocable ya.