es
Books
Federico Lorenz

La balada de Jimmy Cross

  • Natalia Dyzenhauzhas quoted3 months ago
    nunca incursionó tierra adentro. Sabía que si establecía lazos de trabajo más firmes con los ovejeros, quedaría atrapado. Prefería las contingencias de alternar distintos oficios a la seguridad de lo que consideraba una servidumbre. Cross hizo muchas expediciones a la Costa en el Félix, una goleta lobera: eran temporadas largas para cazar lobos marinos, que todavía crecían por millares en las roquerías de Santa Cruz. Alguna vez se atrevieron a llegar mucho más al norte, hasta el Río Negro. En esos viajes conoció a Banjo George, un marino legendario de los canales fueguinos y en las islas, muy habilidoso y que conocía los mejores lugares de la Costa. Se asociaron y compraron un cúter con el que empezaron a hacer sus propias salidas de caza. Embarcaban cinco o seis tripulantes (por lo general isleños sin trabajo, o marinos a la espera de algún barco mayor) y partían rumbo a la Costa. Regresaban semanas después con cueros de lobo que después podían vender a mejor precio en Stanley o en Punta Arenas. También contrabandeaban licor y herramientas.
    Diez años después de llegar con el Jhelum, Abram ya se sentía en su casa. En los viajes había construido su principal herramienta: una carta náutica mental de la Costa, de sus puntos importantes, de los rostros que le permitirían hacer su pequeño negocio, de aquellos personajes que era preferible
  • Florencia E.has quotedlast year
    Pero nadie le creyó mucho al salesiano Migone, porque se sabía que estaba a favor de los argentinos que reclamaban las Falklands, y entonces también seguramente apoyaba al káiser
  • Florencia E.has quotedlast year
    flota inglesa dejó de carbonear y salió como una jauría de perros de caza a buscar a los alemanes. El Canopus comenzó a disparar protegido por las alturas de Stanley. Volaron los vidrios de varias ventanas y el pueblo se llenó de humo y olor a pólvora. La tierra temblaba mientras las andanadas pasaban sobre las cabezas de los pobladores, que se tomaron el espectáculo de la batalla como la posibilidad de un pícnic. Se pasaron toda la tarde repartidos entre las rocas del Sapper Hill y el Tumbledown. La gente iba y venía en carro o
  • Florencia E.has quotedlast year
    bestias a las órdenes de los administradores de las stations,
  • Florencia E.has quotedlast year
    Allí fue donde Abram Cross trabajó y fue libre. Poco a poco se hizo conocido en el mar y al mismo tiempo trató con los ovejeros de las Falklands. Era gente muy dura y sufrida, que trabajaban como
  • Florencia E.has quotedlast year
    Parece una balada como las de la abuela Nanny.
    –¿Eh
  • Florencia E.has quotedlast year
    Entonces, eso era
  • Florencia E.has quotedlast year
    Recordó que Petersen, un hombre que había navegado con su padre, le dijo que eran pájaros que traían buena suerte
  • Florencia E.has quotedlast year
    hay tiempo de preguntas
  • Florencia E.has quotedlast year
    Pensó que así estaqueado su cuerpo se parecía al de aquel alemán agonizante en la tierra de nadie.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)