La tradición dravídica de los siddha, o la greco-árabe de la medicina unani, han convivido durante siglos con las tradiciones médicas sánscritas. Con la invasión musulmana de India, el ayurveda tendría que afrontar el desafío del galenismo greco-árabe. Cuando estos dos sistemas habían alcanzado cierta pacífica convivencia, llegaría la colonización británica, y con ella la medicina europea. Aunque en un principio los investigadores europeos parecieron interesarse por el ayurveda, el gobierno colonial le negaría su apoyo en 1835. Habría que esperar a la independencia de India en 1947 para asistir a un nuevo renacimiento de la medicina sánscrita