One Night Stand With My Boss 2

más cerca de mí para que pudiera golpearme fuerte y profundamente....sus bolas golpeando contra mi trasero con cada estocada.
No empujó rápido, pero me lo dio a buen ritmo.... asegurándome de sentirlo desde la coronilla hasta la empuñadura antes de que se retirara y me embistiera una vez más.
Los músculos de su torso estaban flexionados a plena capacidad.
Su piel se sonrojó y sus músculos se hincharon como si pudieran brotar de la piel.
El sudor se acumuló en su físico perfecto, formándose el brillo en el cuello y el pecho.
Sus ojos estaban enfocados en mí, sin parpadear como si no lo hiciera.

al lado mío.
Su respiración se aceleró, ligeramente.
"Eres mía..."Él murmuró.
"Uhm ah ahh."Gemí y le di un puñetazo en el pelo corto mientras hablaba en su boca .
Su polla estaba tan llena dentro de mí, estirándome hasta que me dolía todo el cuerpo.
Me encanta la forma en que hizo gritar mi cuerpo mientras trataba de acomodarlo.
Sostuvo su enorme cuerpo sobre sus brazos con facilidad,y respiró en mi boca mientras su polla se movía dentro de mí.
Su polla pronto se volvió a familiarizar suavemente con mi coño...con la estrechez y

yo.
Me senté lentamente.
"Hmm."Calvin se aclaró la garganta."Estaba tratando de cubrirte con una manta.”
"Oh thank gracias.”
Me pasé la mano por el pelo.
Debo parecer un desastre en este momento.
Vi sus ojos caer sobre mi cuerpo y luego me di cuenta de que todavía llevaba su camisa.
Me sentí tan incómoda.
"Debería ser yo quien te dé las gracias.Viniste hasta aquí y cuidaste de mí.Dios sabe qué habría pasado si no hubieras venido.”
"No es nada.”
Quería levantarme e ir a buscar mi ropa.
Pero mis muslos ya estaban

Desta vez, foi o Calvino.
Ele tem de o dar à namorada.
Ela ficaria muito feliz.
"Cinco centenas de mil dólares....sim ... sim."O anfitrião aplaudiu.
"Quinhentos e cinquenta mil dólares!”
Todos se viraram para o Senhor Deputado Luca.
Ele sorriu para a mulher.
"Não é ruim se eu ganhar de volta para você."Ele disse a ela e ela realmente corou.
Awwn.
Quem me dera poder ter este tipo de amor.
Olhei para o broche.
Talvez seja realmente uma coisa de sorte.
Ninguém fez uma oferta depois disso e o anfitrião estava prestes a encerrar o leilão quando uma voz alta tocou o ar.
"Oitocentos mil dólares!”
Engasgei.
Era o Declan!