Conseguí que mi madre me quisiese a base de empeño, talento, dedicación, inteligencia, estilo, belleza, elegancia, obediencia, esfuerzo. No sé si mi hermano lo consiguió. Y, sin embargo, hubiese dado la vida por cualquiera de los dos y era una de las personas más inteligentes, generosas, vitales y sensibles que he conocido. Pero ninguna de esas cualidades garantiza que una vaya a ser una buena madre. Mi madre tampoco se sintió querida