La vida nos ofrece lecciones, verdades universales que nos enseñan los fundamentos sobre el amor, el miedo, el tiempo, el poder, la pérdida, la felicidad, las relaciones y la autenticidad. La fuente de nuestras desdichas actuales no son las complejidades de la vida: somos desdichados porque se nos escapan sus implícitas simplicidades. El verdadero reto consiste en descubrir el significado puro en estas lecciones. Muchos de nosotros creemos que nos enseñaron lo suficiente sobre el amor. Sin embargo, no encontramos satisfactorio el amor, porque no es amor. Es una sombra oscurecida por el miedo, las inseguridades y las expectativas. Caminamos juntos por la tierra, pero nos sentimos solos, desvalidos y avergonzados.