Todos nuestros problemas, todo nuestro sufrimiento y nuestros conflictos, tanto personales como globales, se derivan de un problema básico: la ignorancia de quiénes somos realmente. Hemos olvidado que somos inseparables de la vida y, como consecuencia, hemo empezado a temerla, y ese miedo nos ha hecho entrar en guerra con ella de maneras diversas.
Hemos empleado nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras emociones y nuestros cuerpos para combatir lo único real, que el el momento presente. Y al intentar protegernos del dolor, el miedo, la tristeza, el malestar, el fracaso… de todas aquellas partes de la vida que se nos ha condicionado a creer como malas, hemos dejado de estar verdaderamente vivos.
La armadura que nos hemos puesto para protegernos de una plena experiencia de la vida se llama “yo individual”, pero en realidad no nos protege de nada, solo nos mantiene cómodamente anestesiados. El despertar espiritual — el darnos cuenta de que no somos quienes creemos ser— es la respuesta a esta problema básico de la humanidad. Pocas veces este trascendente verdad ha sido expuesta con la claridad que Jeff Foster nos la transmite en este libro.