Tras la crisis y recomposición del capitalismo global en los años setenta, la ciencia-ficción continuó siendo un espejo implacable tanto de las nuevas formas de dominación económica, como de las respuestas colectivas a esta. Desde los robots “anti-huelga” de las revistas pulp americanas de comienzos del siglo XX, hasta la obra de los dos “H. G.”, Oesterheld y Wells, recorremos los mapas que ese mundo alternativo nos ha ido ofreciendo. pesadillas y sueños de emancipación que perviven hoy bajo el reinado de la economía financiarizada y sus vasallos políticos.