Décimo Bruto se fortificó en Mutina, la moderna Módena, y no pudo ser desalojado de allí. Marco Antonio, con un enemigo dentro de la ciudad y otro fuera de ella, fue derrotado, y en abril del 43 a.C. tuvo que conducir a su ejército en retirada a través de los Alpes, a la Galia Meridional, donde se encontraba entonces Lépido, después de volver de España.