¿Qué sería del pensamiento si mujeres como Penélope, Deméter, Diotima o la memorable sirvienta tracia pudieran tomar la palabra y decir qué y quiénes fueron? ¿Cómo concebiríamos el cuerpo, la sexualidad, la identidad y el poder si ellas se convirtieran en las protagonistas de la peripecia filosófica? En un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con su “enemigo” Platón, Adriana Cavarero propone una relectura de algunas de las figuras femeninas de la Antigüedad para denunciar las desigualdades de género y las dinámicas patriarcales sobre las que se cimenta el canon filosófico occidental. Con un estilo cáustico y brillante, la autora prefigura una nueva manera de pensar el espacio público, en un diálogo ideal con los movimientos feministas italianos e internacionales. Un ensayo seminal que ha marcado de forma indeleble el debate sobre la diferencia sexual y los estudios de género. «En este libro invento varias figuras femeninas, o mejor dicho, las robo: expolio los textos clásicos, desde Homero hasta Platón, para trasladar a sus “heroínas” a un nuevo escenario, reservado a las mujeres, donde adquieren un significado distinto. Se dijo entonces, a modo de chanza, que yo actuaba como Robin Hood: que robaba figuras a los hombres para dárselas a las mujeres. Ciertamente, nunca he negado que en mi estrategia de bandidaje había un trasfondo ético y político tangible. Y, sobre todo, cierta alegría.»