Lo amo tanto. Es un libro precioso, es la segunda vez que lo leo. La literatura ha sido tan bondadosa conmigo que me ha regalado los placeres más deliciosos que he podido probar. El placer textual no se compara con nada. Un libro luminoso para regresar cada vez que uno pierde el sentido de la existencia. Es tan triste pensar que un día moriré y dejaré de disfrutar de los placeres que da la lengua.