Autora de la recién descubierta Suite francesa, galardonada como Libro del Año 2005 por los libreros de Madrid, Irène Némirovsky mostró desde muy joven un talento excepcional. Con veintiséis años publicó David Golder, acogida por la crítica como una obra maestra y, más tarde, adaptada al cine y al teatro. Era el comienzo de una carrera literaria que situaría a Némirovsky entre los más grandes escritores franceses del siglo XX.Tomando como modelo la figura de sus padres, arquetipos del millonario hecho a sí mismo y la esposa egocéntrica y despilfarradora, Némirovsky despliega su aguda percepción psicológica en la descripción del mundo de los grandes negocios, territorio de personajes sin escrúpulos en el que la voracidad de los hombres es tan grande como la precariedad de sus fortunas. David Golder es un banquero caído en desgracia tras una grave crisis cardiaca sufrida en un casino de la Costa Azul. Cuando las malas noticias sobre la salud del financiero se extienden, las acciones de sus empresas se desploman. Así, de la noche a la mañana, Golder se encuentra en la bancarrota; arruinado, enfermo y abandonado por su mujer y su única hija, se recluye en un piso vacío de París. Si bien ha perdido todo, aún conserva el espíritu luchador y el amor por el riesgo que le permitieron abandonar el mísero gueto ucraniano donde nació y convertirse en uno de los hombres más acaudalados de Francia. Cuando la oportunidad de enriquecerse de nuevo se presenta ante él, Golder no dudará un segundo en lanzarse a la aventura, lo que lo llevará a algunos escenarios de su juventud. El riesgo, nada menos que su propia vida, es grande, pero la ganancia es, a sus ojos, aún mayor: obtener una fortuna superior a la anterior y recuperar a su hija, la única persona que ha amado en este mundo.